miércoles, 30 de noviembre de 2011

ENCUENTRO DE PASTORAL FAMILIAR DE LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE EXTREMADURA


 
El pasado domingo, acogimos en Plasencia el tercer encuentro de los equipos de Pastoral Familiar de las tres diócesis de la provincia eclesiástica de Extremadura, que en pasadas ediciones se desarrolló en las diócesis de Coria-Cáceres y la de Badajoz.

Estos encuentros  han nacido de la necesidad sentida de poner en común iniciativas, proyectos, caminar, dificultades, ánimo y  recursos pastorales, con la vista puesta en la evangelización de las familias de nuestra región.

A este encuentro asistieron tanto delegados como colaboradores de las 3 diócesis: Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia, con el principal objetivo de preparar de forma conjunta el próximo VII Encuentro Mundial de las Familias en Milán. Se desarrolló en los salones de la Parroquia de San José. Si a las doce de la mañana esta parroquia se vistió de gala con la visita y cantos de los coros de Plasencia, que participaron en la Eucaristía en honor de su patrona Santa Cecilia, durante el resto de la jornada permaneció la animación, juegos y alegría del grupo de niños de las familias participantes en el encuentro de pastoral familiar.  

Se hicieron presentes también durante un rato, además de los sacerdotes consiliarios de sus respectivas delegaciones (D. David, D. Ramón y D. Victoriano) el Vicario de Pastoral de nuestra diócesis, D. José Luis Hermoso, y nuestro obispo D. Amadeo. Se interesaron por el contenido de nuestro encuentro y nos animaron a proseguir en la organización y colaboración conjunta en las iniciativas que lo permitan y a difundir y preparar bien el Encuentro de familias en Milán, a fin de que un buen número de familias de nuestras diócesis participen en él.

Esta peregrinación a Milán para asistir al encuentro lo organizamos las tres diócesis de forma conjunta. Al momento presente, está prevista la realización del viaje para permanecer en Milán los días 1 al 3 de Junio de 2012, y así tener la posibilidad de participar de los principales actos del encuentro que tienen lugar en ese fin de semana: vigilias de oración, Eucaristías,  conciertos, visitas a la ciudad,… y principalmente de los testimonios de la tarde del sábado, y la Eucaristía presidida por el Santo Padre del domingo. Tras finalizar ésta,  regresaríamos a nuestra tierra.  Las diferentes circunstancias del viaje,  el precio, las inscripciones y los horarios están siendo objeto de determinación y en breve se anunciarán a todas las familias de Extremadura. Se utilizará cartelería, trípticos y otros medios que permitan la llegada de la información a todos los rincones. Ya desde ahora animamos a nuestros lectores a buscar información y sobre el evento y participar de él con entusiasmo.

Tras el largo rato dedicado al Encuentro Mundial de las Familias, las tres diócesis compartieron los elementos principales de su programación pastoral para el presente curso.

sábado, 12 de noviembre de 2011

MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI CON OCASIÓN DEL II CONGRESO NACIONAL DE LA FAMILIA EN EL ECUADOR (9-12 NOVIEMBRE 2011)

Con ocasión del Segundo Congreso Nacional de la Familia, saludo con afecto a los pastores y fieles de la Iglesia en Ecuador que, dentro del contexto de la Misión Continental auspiciada en Aparecida por el Episcopado Latinoamericano y del Caribe y en preparación al VII Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Milán, se proponen llevar a cabo un proceso de reflexión del Evangelio que permita a los matrimonios y hogares cristianos responder a su identidad, vocación y misión. 

El tema del Congreso, «La familia ecuatoriana en misión: el trabajo y la fiesta al servicio de la persona y del bien común», reconoce que la familia, nacida del pacto de amor y de la entrega total y sincera de un hombre y una mujer en el matrimonio, no es una realidad privada, encerrada en sí misma. Ella por vocación propia presta un servicio maravilloso y decisivo al bien común de la sociedad y a la misión de la Iglesia. En efecto, la sociedad no es una mera suma de individuos, sino el resultado de relaciones entre las personas, hombre-mujer, padres-hijos, entre hermanos, que tienen su base en la vida familiar y en los vínculos de afecto que de ella se derivan. Cada familia entrega a la sociedad, a través de sus hijos, la riqueza humana que ha vivido. Con razón se puede afirmar que de la salud y calidad de la relaciones familiares depende la salud y calidad de las mismas relaciones sociales.

En este sentido, el trabajo y la fiesta atañen particularmente y están hondamente vinculados a la vida de las familias: condicionan sus elecciones, influyen en las relaciones entre los cónyuges y entre los padres e hijos, e inciden en los vínculos de la familia con la sociedad y con la Iglesia. 

A través del trabajo, el hombre se experimenta a sí mismo como sujeto, partícipe del proyecto creador de Dios. De ahí que la falta de trabajo y la precariedad del mismo atenten contra la dignidad del hombre, creando no sólo situaciones de injusticia y de pobreza, que frecuentemente degeneran en desesperación, criminalidad y violencia, sino también crisis de identidad en las personas. Es urgente, pues, que surjan por doquier medidas eficaces, planteamientos serios y atinados, así como una voluntad inquebrantable y franca que lleve a encontrar caminos para que todos tengan acceso a un trabajo digno, estable y bien remunerado, mediante el cual se santifiquen y participen activamente en el desarrollo de la sociedad, conjugando una labor intensa y responsable con tiempos adecuados para una rica, fructífera y armoniosa vida familiar. Un ambiente hogareño sereno y constructivo, con sus obligaciones domésticas y con sus afectos, es la primera escuela del trabajo y el espacio más indicado para que la persona descubra sus potencialidades, acreciente sus ansias de superación y dé curso a sus más nobles aspiraciones. Además, la vida familiar enseña a vencer el egoísmo, a nutrir la solidaridad, a no desdeñar el sacrificio por la felicidad del otro, a valorar lo bueno y recto, y a aplicarse con convicción y generosidad en aras del bienestar común y el bien recíproco, siendo responsables de cara a sí mismos, a los demás y al medio ambiente.

La fiesta, por su parte, humaniza el tiempo abriéndolo al encuentro con Dios, con los demás y con la naturaleza. De ahí que las familias necesiten recuperar el genuino sentido de la fiesta, especialmente del domingo, día del Señor y del hombre. En la celebración eucarística dominical, la familia experimenta aquí y ahora la presencia real del Señor Resucitado, recibe la vida nueva, acoge el don del Espíritu, incrementa su amor a la Iglesia, escucha la divina Palabra, comparte el Pan eucarístico y se abre al amor fraterno.

jueves, 10 de noviembre de 2011

JORNADAS DE EDUCACIÓN AFECTIVA Y SEXUAL



Los días 14 y 15 de Enero se celebrará en Plasencia, con  carácter diocesano, unas jornadas de EDUCACIÓN AFECTIVA Y SEXUAL. 

Está dirigido a los padres, a catequistas y agentes de pastoral en general, a educadores de colegios y centros docentes, y a monitores de actividades juveniles.

El curso se realizará en un fin de semana intensivo de 10 horas. Las sesiones tendrán contenido tanto teórico y fundamentalmente práctico, en formato de charlas coloquio ilustradas con montajes de PowerPoint , dedicando un espacio a talleres.

Además, se facilitará el acceso a materiales que de forma abierta y flexible aporten actividades para trabajar con jóvenes y familias. 

Este curso será impartido por la FUNDACIÓN DESARROLLO Y PERSONA, reconocida a nivel nacional en el campo de la educación afectivo sexual. Emitirá certificado de asistencia. 

El curso se ofrece y desarrollará bajo el título de APRENDAMOS A AMAR. “Aprendamos a amar” es un proyecto de Educación Afectivo Sexual que desea capacitar a los padres, profesores, y agentes de pastoral, para abordar la sexualidad desde una perspectiva nueva y verdadera que responda a los deseos más profundos de corazón humano. 

Está organizado por los Secretariados diocesanos de Pastoral Familiar, de Pastoral Juvenil, de Catequesis y de Enseñanza.

Tiene un coste individual de 40 Euros (70 si la inscripción se hace en pareja). El precio incluye entrega de materiales y la comida del sábado. El curso comenzará a las 10,30 del sábado 14 de enero, y finalizará el domingo a las 14 horas. 

Para inscribirse, recortar la hoja de inscripción que se incluye en el folleto informativo, enviarla cumplimentada al Obispado de Plasencia en la dirección que se indica y efectuar el ingreso en la cuenta del Secretariado de Pastoral Familiar.

Descarga AQUÍ el folleto informativo.