miércoles, 29 de diciembre de 2010

ANUNCIAMOS EL EVANGELIO DE LA VIDA


En estos días tan señalados, por los misterios que celebramos y por su significación familiar  social, queremos una vez más proclamar el Evangelio de la Vida, y denunciar la "muerte" que nuestra sociedad  produce y acepta.  Para ello, por una parte transcribimos el inicio de la encíclica de Juan Pablo II  Evangelium Vitae (siempre actual) sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana.  Y es que, como dice ahí mismo, el acontecimiento salvífico de la Encarnación del Hijo de Dios revela a la humanidad no solo el amor infinito de Dios, que tanto amó al mundo que dio a su Hijo único (Jn 3, 16), sino también el valor incomparable de cada persona humana.

 El Evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús. Acogido con amor cada día por la Iglesia, es anunciado con intrépida fidelidad como buena noticia a los hombres de todas las épocas y culturas.

En la aurora de la salvación, el nacimiento de un niño es proclamado como gozosa noticia: « Os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor » (Lc 2, 10-11). El nacimiento del Salvador produce ciertamente esta « gran alegría »; pero la Navidad pone también de manifiesto el sentido profundo de todo nacimiento humano, y la alegría mesiánica constituye así el fundamento y realización de la alegría por cada niño que nace (cf. Jn 16, 21).

Presentando el núcleo central de su misión redentora, Jesús dice: « Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia » (Jn 10, 10). Se refiere a aquella vida « nueva » y « eterna », que consiste en la comunión con el Padre, a la que todo hombre está llamado gratuitamente en el Hijo por obra del Espíritu Santificador. Pero es precisamente en esa « vida » donde encuentran pleno significado todos los aspectos y momentos de la vida de del hombre.
                                                                 

Y por otra, ofrecemos un enlace al boletín monográfico sobre el aborto que el Instituto de Política Familiar ha publicado en este mes de diciembre, hace escasos días.


 A la vez, nuestros lectores pueden comprobar cómo presenta las cifras del aborto el Ministerio de Sanidad:

lunes, 27 de diciembre de 2010

LOS NIÑOS TIENEN NECESIDAD DEL AMOR DEL PADRE Y DE LA MADRE


Recogemos las palabras del Santo Padre Benedicto XVI, pronunciadas en el Vaticano en el día de ayer, Fiesta de la Sagrada Familia, en la alocución previa al rezo del Ángelus. Algunos medios se han hecho eco de sus palabras: “De esto tienen necesidad los niños, del amor del padre y de la madre”.

El evangelio de San Lucas cuenta que los pastores de Belén, después de recibir  del ángel el anuncio del nacimiento del Mesías “fueron de prisa y encontraron a María, a José y al  niño acostado en el pesebre” (2,16). A los primeros testigos oculares del nacimiento de Jesús, se les presentó la escena de una familia: madre, padre, y recién nacido. Por eso la Liturgia nos hace celebrar, en el primer domingo después de Navidad, la Fiesta de la Sagrada Familia, que este año prevalece sobre la fiesta de san Esteban, y que nos invita a contemplar esta imagen en la que el pequeño Jesús aparece en el centro del afecto y la premura de sus padres.

En la pobre cueva de Belén -escriben los padres de la Iglesia-,  brilla una luz vivísima, reflejo del profundo misterio que rodea a aquel Niño, y que María y José custodian en su corazón y dejan transparentar en su mirada, en los gestos, sobre todo en el silencio. . Ellos conservan en lo más íntimo las palabras del anuncio del ángel a María: “Aquel que nacerá será llamado Hijo de Dios” (Lc 1,35).

El nacimiento de cada hijo trae consigo algo de este misterio! Lo saben bien los padres que lo reciben como un regalo y que, con frecuencia, así lo expresan. A todos nos ha sucedido oír hablar a un padre o una madre y decir: “este niño es un don, es un milagro". En efecto,  los seres humanos viven la procreación no como un simple acto reproductivo, sino que perciben la riqueza, intuyen que toda criatura humana que nace en la tierra es el "signo" por excelencia del Creador y Padre que está en los cielos.

¡Qué importante,  entonces, que cada niño que viene al mundo, sea acogido en el calor de una familia! No importan las comodidades exteriores: Jesús ha nacido en un establo y como primera cuna ha tenido un pesebre, pero el amor de María y José le ha hecho sentir la ternura y la belleza de ser amado. De esto tienen necesidad los niños: del amor del padre y de la madre.

Es esto lo que da seguridad a los pequeños y que, en su crecimiento, les permite descubrir el significado de la vida. La Sagrada Familia de Nazaret atravesó muchas dificultades, como aquélla –recordada en el Evangelio de San Mateo-  de la "matanza de los Inocentes", que obligó a María y a José emigrar a Egipto (cfr. 2,13-23). Pero, confiando en la divina Providencia, encontraron su estabilidad y proporcionaron a Jesús una infancia serena y una sólida educación.

Queridos amigos,  la Sagrada Familia es sin duda única e irrepetible, pero al mismo tiempo es "modelo de vida" para cada familia, porque Jesús, verdadero hombre, quiso nacer en una familia humana, y al hacerlo así la ha bendecido y consagrado. Encomendamos por tanto, a la Virgen María y San José, todas las familias, para que no se desanimen ante las pruebas y las dificultades, sino que cultiven siempre el amor conyugal y se dediquen con confianza al servicio de la vida y de la educación.

Después del rezo del Ángelus, Benedicto XVI ha saludado en diversos idiomas. En español, dijo esto:

Saludo cordialmente a los fieles de lengua española que participan en esta oración mariana. En la fiesta de la Sagrada Familia, contemplamos el misterio del Hijo de Dios que vino al mundo rodeado del afecto de María y de José. Invito a las familias cristianas a mirar con confianza el hogar de Nazaret, cuyo ejemplo de vida y comunión nos alienta a afrontar las preocupaciones y necesidades domésticas con profundo amor y recíproca comprensión. A vosotros y a vuestras familias os reitero mi cordial felicitación en estas fiestas de Navidad. Que Dios os bendiga siempre. 

domingo, 19 de diciembre de 2010

JORNADA DE FAMILIA 2010


El domingo 26 de diciembre celebraremos la festividad de la Sagrada Familia y la Jornada de Familia,  bajo el lema de La familia, esperanza de la humanidad. Éste, surge de la acogida alegre y agradecida de las palabras del Papa Benedicto XVI,  en su reciente visita a Santiago de Compostela y a Barcelona. El Santo Padre ha retomado el mensaje profético que tantas veces Juan Pablo II enseñó en su extraordinario magisterio sobre el matrimonio y la familia: Jesucristo “en el silencio del hogar de Nazaret, nos ha enseñado sin palabras, la dignidad y el valor primordial del matrimonio y la familia, esperanza de la humanidad”.

Los obispos de la Subcomisión de Familia y Vida, quieren “invitar a todas las comunidades cristianas, movimientos y asociaciones a ser testigos y portavoces del mensaje que el Santo Padre nos ha regalado: el hogar, fundado en el don que Cristo Esposo hace a la comunión indisoluble y abierta a la vida entre un hombre y una mujer, forma parte de la esperanza de los hombres. De esta manera, el futuro de la humanidad y de la Iglesia se fragua en la familia”.

Nos enseñan los obispos que la familia es la esperanza del hombre porque es el lugar de la libertad. La familia constituye el ambiente apropiado para reconocer el rostro paterno de Dios y su amor absoluto e incondicionado. Es, por lo tanto, el primer cauce para reconocer la verdad más fundamental en la que se basa la auténtica libertad. Y la familia es esperanza de la humanidad, de un modo más fundamental, porque es el santuario donde la vida humana es acogida en todas sus etapas.

            La familia cristiana no puede existir sin la Iglesia ya que en ella Cristo se hace contemporáneo a todos los hombres, pero también la Iglesia necesita a la familia cristiana. No solo porque es el primer camino de evangelización del hombre, sino porque la Iglesia es, en su dimensión más fundamental, un misterio de comunión, familia de hijos de Dios.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

ENCUENTRO DE PASTORAL FAMILIAR PROVINCIA ECLESIASTICA

   Los responsables de la Pastoral Familiar de las tres diócesis extremeñas celebraron su segundo encuentro el pasado sábado 11 de diciembre. Son muchos las iniciativas, proyectos, acciones y vida que compartir y, como en el curso pasado, se vivió una jornada muy agradable y fecunda.

Hicieron de anfitriones los miembros del equipo de pastoral familiar de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, que nos acogieron en la parroquia de Santa María de Mérida. Desde aquí, nuestro agradecimiento por su acogida y atención. Allí se hicieron presentes un numeroso grupo de niños que ocupados en juegos y  una proyección de película dejaron a sus padres y madres (22 personas, incluidos dos consiliarios) ocuparse de asuntos serios.

A las once de la mañana se dio comienzo al trabajo  con la exposición que cada diócesis fue realizando de su programación para el presente curso. Así, y de forma general, el trabajo pastoral para la evangelización de la familia en Extremadura  incluye los siguientes aspectos:

-          Preparación al matrimonio: se habló de materiales a utilizar,  de los ya preparados,  de formación de los agentes, de la próxima elaboración de un vademécum anunciado por el Pontificio Consejo para la Famiia, etc.
-          Encuentro de responsables de preparación al matrimonio  y encuentro de agentes de pastoral familiar.
-          Pastoral familiar parroquial, para cuya iniciación se comienzan a crear Equipos Itinerantes de Pastoral Familiar, iniciativa que vio la luz en la diócesis de Getafe.
-          Escuela de Familia y Vida, Escuela de agentes de pastoral y escuela de padres y madres.
-          Cursos de formación de monitores para educación afectivo-sexual, algunos ya celebrados y otros en preparación; también de elaboración de temas para la puesta en práctica de esa educación.
-          Formación de grupos parroquiales de matrimonios  y de difusión de movimientos familiares.
-          Centros de Orientación Familiar, alguno en funcionamiento (Coria-Cáceres) y otros en inicio o en proyecto.
-          Celebración de la Jornada de Familia.
-          Programación de Semanas de la Familia y una Semana de la Vida .
-          Ejercicios Espirituales para familias.
-          Iniciativa conjunta de las tres diócesis para la Jornada de la Vida en 2011, con materiales de reflexión y suelta de globos.
-          De coordinación de asociaciones pro-vida, y de diferentes iniciativas en defensa de la vida.
-          De profesionales cristianos, tan necesarios para el desarrollo de su actividad en conformidad con el  Magisterio de la Iglesia.
-          Difusión y preparación conjunta del próximo Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Milán del 28 de mayo al 3 de junio de 2012. 

También había que recuperar energías con la comida  compartida, y sobre todo congregar de nuevo a los niños.  La tarde, de paseo por la ciudad de Mérida, nos ofreció la posibilidad de recorrer algunos de sus grandiosos monumentos, y entre ellos las excavaciones llevadas a cabo en la Basílica de Santa Eulalia, con la erudita guía de uno de los participantes en el encuentro, arqueólogo ocupado  precisamente en excavaciones de esa ciudad.

martes, 7 de diciembre de 2010

PRUEBA DE FUEGO



Aunque estrenada hace ya un tiempo, no la habíamos visto y sí nos habían llegado buenas referencias de ella. Se trata de la película “Prueba de fuego” (Alex Kendrick, 2008), en el original “FIREPROOF". Se trata de una película norteamericana escrita, dirigida y producida por miembros de la iglesia bautista de Sherwood (Albany). Cuenta la historia de un bombero al borde del divorcio, que con la ayuda de su padre lucha por reconquistar a su mujer y salvar su matrimonio. El clima de desconfianza, la falta de comunicación, las continuas peleas gritos, indiferencias y faltas de respeto… se encuentran abatidos, y no pueden continuar. No se explican cómo si cada uno de ellos es querido por sus padres, respetado por sus amigos, y sobre todo, valorado como buen profesional en su lugar de trabajo, no es tratado igual por la persona con quien convive en su misma casa. La situación se hace tan insoportable que se plantean la “solución” del divorcio.


Sin embargo, todo cambia el día que el padre de él, enterado de la situación, le pregunta: ¿Quieres salvar tu matrimonio? Como señala el director de la película, Alex Kendrick: “Todo matrimonio tiene que enfrentarse a incendios, pero sólo podrán apagarlos quienes entiendan el verdadero significado del amor y el compromiso. No es sólo un sentimiento, sino una decisión...  “A prueba de fuego” no significa estar a salvo de él, sino que nos encontrará preparados cuando llegue”.

Esta película no está pensada para competir en los premios cinematográficos. Pero merece una valoración muy positiva. Es un melodrama bastante sólido de bajo presupuesto, cuya factura de telefilm no le impide tener momentos de gran emoción y algunos puntos de comedia muy divertidos. La protagoniza  Kirk Cameron, el ídolo de adolescentes en la serie Los problemas crecen en los años 80, cuya interpretación destaca notablemente en el conjunto de la película. La evolución de su personaje está muy bien trazada en el guión y el actor consigue transmitirla en la pantalla. Nos parece especialmente digna de elogio la introducción del elemento sobrenatural, de la “Presencia” de Dios en la vida de los protagonistas y su imprescindible participación en la “re-construcción” de la unidad matrimonial.

 La película tiene un evidente atractivo pastoral. Qué duda cabe que también es recomendable para parejas felizmente casadas, para quienes están pasando por una crisis, para los que tienen intenciones de contraer matrimonio, para los que han decidido tirarlo por la borda,…en definitiva, como dice un spot publicitario, para todos.

En la taquilla estadounidense ha sido un film muy rentable, ya que con un presupuesto de menos de un millón de dólares ha recaudado más de treinta, situándose en su momento entre las diez más taquilleras. Sin embargo en España no ha pasado por las salas comerciales y la han estrenado directamente en DVD.
                                              

El padre pide al hijo protagonista un favor: Durante 40 días debe cumplir los retos que le plantea "Desafío de amor"  en cada una de sus páginas. Un libro que comienza así: “Hijo mío, este viaje de cuarenta días no puede tomarse a la ligera. Es un proceso desafiante y a menudo difícil, pero también es increíblemente satisfactorio… Si estás dispuesto a comprometerte cada día durante cuarenta días, los resultados podrían cambiar tu vida y tu matrimonio. Considéralo como un desafió, de parte de quienes lo aceptaron antes que tu. No te quepa duda: deberás ser valiente. Si aceptas este desafío, debes saber que en lugar de seguir tu corazón, decides guiarlo. El mundo te dice que sigas a tu corazón, pero si tú no lo guías, alguien o algo lo hará por ti. Recuerda, tienes la responsabilidad de proteger y guiar tu corazón. No te des por vencido ni te desalientes. Decide guiar tu corazón y llegar hasta el final. Aprender a amar de verdad es una de las cosas más importantes que harás en tu vida.”


El libro "El libro "DESAFÍO DE AMOR" está publicado en la Editorial "Libros Libres".

lunes, 29 de noviembre de 2010

VIGILIA POR LA VIDA NACIENTE EN LA BASILICA DE SAN PEDRO



 Para que nuestros lectores puedan conocer el mensaje del Santo Padre Benedicto XVI en la celebración de las primeras Vísperas del I Domingo de Adviento, que este año incluyó una "Vigilia por la vida naciente", promovida por el Pontificio Consejo para la Familia, y que se celebró en todas las diócesis del mundo, recogemos a continuación la crónica de este acto del Vatican Information Service, toda vez que en la página Web del Vaticano está únicamente en italiano:

  En la homilía, Benedicto XVI afirmó que "con esta celebración vespertina, el Señor nos dona la gracia y la alegría para abrir el nuevo Año Litúrgico", en el que "sentiremos a la Iglesia que nos toma de la mano y, a imagen de María Santísima, expresa su maternidad, haciéndonos experimentar la espera alegre de la venida del Señor, que nos abraza a todos en su amor, que salva y consuela".

  Tras poner de relieve que el encuentro de esta tarde se enriquecía con la celebración solemne de una vigilia de oración por la vida naciente, el Pontífice expresó su agradecimiento a todos los que "se han sumado a esta invitación y a cuantos se dedican, específicamente, a acoger y custodiar la vida humana en las distintas situaciones de fragilidad, en particular, en sus inicios y en sus primeros pasos".

  El Papa explicó que "la Encarnación nos revela con intensa luz y de manera sorprendente, que cada vida humana tiene una dignidad altísima, incomparable. El ser humano presenta una originalidad inconfundible respecto a todos los demás seres vivientes que pueblan la tierra. Se presenta como sujeto único y singular, dotado de inteligencia y voluntad libre, además de estar compuesto de una realidad material. Vive simultánea e inseparablemente en la dimensión espiritual y en la dimensión corpórea".

  "Dios -continuó- nos ama de manera profunda, total, sin distinciones; nos llama a la amistad con Él; nos hace partícipes de una realidad por encima de toda imaginación y de todo pensamiento y palabra: su misma vida divina. Conmovidos y llenos de gratitud tomamos conciencia del valor, de la dignidad incomparable de cada persona humana y de la gran responsabilidad que tenemos con todos".

                                                              

  El Santo Padre subrayó que el ser humano "tiene derecho a no ser tratado como un objeto que se posee o como una cosa que se puede manipular a placer, a no ser reducido a un puro instrumento en beneficio de otros y de sus intereses. La persona es un bien en sí misma y siempre es necesario buscar su desarrollo integral. El amor hacia todos, si es sincero, tiende espontáneamente a convertirse en atención preferencial por los más débiles y los más pobres. En este contexto se coloca la preocupación de la Iglesia por la vida naciente, la más frágil, la más amenazada por el egoísmo de los adultos y por el oscurecimiento de las conciencias. La Iglesia continuamente reafirma cuanto ha declarado el Concilio Vaticano II contra el aborto y toda forma de violación de la vida naciente: "La vida, una vez concebida, debe ser protegida con la máxima atención".

  "Existen -dijo- tendencias culturales que tratan de anestesiar las conciencias con pretextos. Sobre el embrión en el vientre materno, la ciencia misma pone en evidencia la autonomía que lo hace capaz de interactuar con la madre, la coordinación de los procesos biológicos, la continuidad del desarrollo, la creciente complejidad del organismo. No se trata de un cúmulo de material biológico, sino de un nuevo ser vivo, dinámico y maravillosamente ordenado, un nuevo individuo de la especie humana. Así lo ha sido Jesús en el vientre de María; así lo ha sido cada uno de nosotros en el vientre de la madre".

  Benedicto XVI lamentó que "incluso después del nacimiento, la vida de los niños sigue estando expuesta al abandono, al hambre, a la miseria, a la enfermedad, a los abusos, a la violencia, a la explotación. Las múltiples violaciones de sus derechos que se cometen en el mundo hieren dolorosamente la conciencia de toda persona de buena voluntad. Frente al triste panorama de las injusticias cometidas contra la vida del hombre, antes y después del nacimiento, hago mío el apasionado llamamiento del Papa Juan Pablo II a la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros: "¡Respeta, defiende, ama y sirve la vida, toda vida humana! ¡Sólo siguiendo este camino encontrarás justicia, desarrollo, libertad verdadera, paz y felicidad!".

  En este sentido, el Papa exhortó "a los protagonistas de la política, de la economía y de la comunicación social a hacer todo lo que puedan para promover una cultura que respete siempre la vida humana, para ofrecer condiciones favorables y redes de apoyo a su acogida y desarrollo". 
VIS 20101129