viernes, 30 de octubre de 2009

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

Si hay algo que los cristianos tenemos o hemos de tener bien presente en nuestra conciencia de tales y hacer realidad en nuestra vida es la llamada a la santidad. “Todos los fieles cristianos, de cualquier estado o condición, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad”, dice el Vaticano II en Lumen Gentium 40. Es Jesucristo, en quien esto se hace posible, el que así nos lo encargó: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt. 5, 48).

Es incalculable el número de los que han seguido la voz del Señor y disfrutan de su amor por toda la eternidad. Lo celebramos el día 1 de noviembre, fiesta de Todos los Santos. Y lo hacemos, no únicamente para recordarlos, sino para fijar la atención de los que aún peregrinamos hacia esa original vocación recibida en el Bautismo. De entre los innumerables santos, algunos de ellos son “canonizados”, es decir, reconocidos como tales por la Iglesia, y los celebramos a lo largo de todos los días del calendario.
Pero queremos referirnos de modo especial a la santidad de los casados. La participación que en la vida de Dios se produce en nosotros por el Bautismo, adquiere en los esposos cristianos una forma de ser específica. Ésta se realiza por el sacramento del Matrimonio a través del vínculo conyugal. Así, se convierten en signo de la alianza de amor entre Jesucristo y la Iglesia, entre Cristo y la nueva humanidad redimida, “santificada”. El hombre y la mujer se transforman en sacramento, en presencia real de Jesucristo vivo. Como nos dicen los obispos españoles en el Directorio de Pastoral Familiar (núm. 53), “la específica vocación de los esposos cristianos a la santidad se realiza por medio de su caridad conyugal”.

Si esto es así, ¡cuántos matrimonios no habrán llevado a plenitud la vocación a la santidad! Sin embargo, ¿cuántos han sido declarados oficialmente santos, cuántos han sido canonizados en su realidad sacramental, como tal matrimonio? Muy escasos. Es conocida la voluntad del Papa Juan Pablo II por remediar esa realidad y subir a los altares a matrimonios santos. Eso se logró en primer lugar con los santos esposos Luigi y Maria Beltrame Quattrocchi beatificados en el año 2001.

Más recientemente, los esposos
Zélie Guerin y Louis Martin padres de Santa Teresita del Niño Jesús,
que fueron beatificados el 19 de octubre de 2008. En España, el Cardenal Arzobispo de Madrid presidió el 19 de febrero de 2009 la sesión de apertura de la causa de canonización del matrimonio formado por los siervos de Dios Paquita Domínguez Susín y Tomás Alvira Alvira.


Aquí un documento sobre este tema.

domingo, 25 de octubre de 2009

ORAR POR LA VIDA


La vida es maravillosa”, repetía constantemente el recientemente fallecido periodista deportivo Andrés Montes. No sabemos si, en su interior, refería tan magnífica expresión al autor de la vida, el Dios de la vida. Pero salida de sus manos, toda vida “es buena”, como sabemos desde la proclamación que inicia el libro del Génesis. La vida es el máximo regalo que hemos recibido de Dios. Por eso, es el bien que más hay que cuidar y defender. Sobre todo, cuando se trata de la vida del que todavía no ha nacido.

Desde la fecundación, aunque no se vea ni se sienta, existe un ser humano con derecho a vivir y con derecho a ser protegido. Detrás vienen más derechos, también merecedores de protección, pero que sin el más básico no son posibles.

El Evangelio de la Vida, anunciado de modo permanente por la Iglesia, proclama que cada ser humano que viene a este mundo no es ningún producto del azar ni de las leyes ciegas de la materia, sino un ser único, capaz de conocer y de amar a su Creador, precisamente porque Dios lo ha amado desde siempre por sí mismo. Cada ser humano es, por eso, un don sagrado para sus padres y para toda la sociedad.

Un modo excelente de amar y defender el valor sagrado de la vida es la oración. La Conferencia Episcopal puso en marcha desde enero de 2009 un año de oración por la vida que pretende, según palabras de Juan Pablo II en la Evangelium Vitae que "en cada comunidad cristiana, con iniciativas extraordinarias y con la oración habitual, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida".

Como nos dicen los obispos, es necesario “que las comunidades católicas y todos los fieles perseveren en la plegaria, en especial en este año dedicado a la oración por la vida de los que van a nacer".

En la página web de la CEE están los documentos preparados para facilitar esa oración: Aquí

Incluimos a continuación varios enlaces con recursos para orar por la vida.

Vigilia de oración

Vigilia y carteles

Vigilia de oración

Orar por la vida

Oraciones por la vida

Oraciones por la vida


viernes, 23 de octubre de 2009

PLASENCIA, POR LA VIDA



Hace muy pocos días hemos vivido un acontecimiento extraordinario, con gran repercusión en los medios: la gran concentración celebrada en Madrid el pasado 17 de Octubre. Es difícil albergar esperanza de que tal demostración de sensibilidad por LA VIDA, LA MUJER Y LA MATERNIDAD, haga mella en la cerrazón del estrato que gobierna y que evidencia no sólo una deriva fuerte hacia lo que Juan Pablo II llamó una “cultura de la muerte”, sino también una gran distancia del sentir del pueblo español. Pero es muy alentador comprobar que la sociedad es capaz de responder y que muy poquito a poco las cosas van cambiando.
Es tan enorme el salto que se quiere imponer a la conciencia social desde la realidad trágica del aborto hasta la consideración del mismo como un “derecho”, que la sociedad española ha dicho basta. En verdad, lo viene diciendo ya desde años en los que no han dejado de florecer asociaciones e instituciones que trabajan sin descanso para evitar que esa mentalidad anti-vida se extienda en la sociedad, sino también para mostrar y hacer posibles alternativas al aborto que, si otra fuera la voluntad política, hace tiempo que se apoyaría, darían a conocer y podrían haber sido establecidas con normalidad en nuestra sociedad.

Fue un acontecimiento vivido con entusiasmo, con mucha presencia joven, sin estridencias ni malos modos, en un ambiente alegre y festivo, que a los que estuvimos presentes difícilmente se nos borrará de la memoria. Aunque lo más valioso sin duda es la sensación de que se ha invertido el sentido de la conciencia social hacia la dignidad y derechos del no nacido y la necesidad de protección y ayuda a las madres embarazadas.

La diócesis de Plasencia se hizo presente en la manifestación tanto por las personas que acudieron desde distintos puntos de salida de la región extremeña en autobús, como con desplazamientos privados, como con el autobús que salió desde la misma ciudad sede. Salimos a una hora temprana, porque Madrid y el día mismo se anticipaban apretados, y todo el viaje discurrió del mejor modo que cabía esperar. Regresamos acumulando hondas sensaciones en nuestro interior y la satisfacción de haber sido partícipes y protagonistas de una esperanzadora noticia y haber salido de casa para una causa que merece todo nuestro esfuerzo y empeño, también en la vida ordinaria de cada día. Sí a la vida.

Carta de presentación


Hoy es el primer día de vida de este blog. La verdad es que, como suele suceder al inicio de cualquier proyecto, quizá no tengamos muy bien definido qué pretendemos o qué se puede conseguir con él. Lo irá marcando el transcurso del tiempo, y también el “tiempo” que se le pueda dedicar. La idea que permite aparecer a este pequeño rincón en el universo de Internet, es disponer de un espacio para compartir la “vida” que se genera en torno al trabajo que desarrolla el Secretariado de Pastoral Familiar en pro de la evangelización de las familias en la Diócesis de Plasencia. Un espacio que resulte accesible para los matrimonios miembros del equipo; para los agentes de pastoral familiar;  para las familias cristianas, verdaderas protagonistas de esta tarea evangelizadora tan apasionante  y necesaria; y para cualquier persona que acceda al mismo y que ya desde ahora debe sentirse bien acogida. La vida real está a menudo llena de citas, de convocatorias y de compromisos. El encuentro que este blog pretende se producirá en esos momentos de ausencia de prisa, de descanso de tareas, de búsqueda serena de aquello que pueda sintonizar y cultivar nuestro interior.

Nos sucede a veces que la vida corriente nos permite disfrutar experiencias tan ricas y valiosas que lo primero que se nos ocurre es compartirlas. En otras ocasiones acudimos a fuentes que nos permitan alimento, cultivo o sólo descanso y consuelo. La vida cristiana, por sí misma, Buena Noticia para todos los hombres, exige ser compartida y vivida en comunidad. También la acción pastoral en cualquier ámbito debe ser sentida y desarrollada en “comunión”. Pues bien, este espacio entendemos que nace de esa comunión, y esperamos que contribuya a ella. Sólo desde ella podremos atender la “misión” evangelizadora como el Señor nos la confió. Ofreceremos nuestras reflexiones, nuestras actividades, nuestros “hallazgos”, también nuestros sinsabores, nuestro caminar. Esperamos y recibiremos con gozo lo que nos queráis sugerir o aportar. Bienvenidos a este vuestro hogar.

jueves, 1 de octubre de 2009

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Como puedes suponer al comprobar la fecha de inicio del blog, está en sus primeros pasos que, como en cualquier aspecto de la vida, son lentos e inseguros. Detrás del mismo vive, anhela y escribe un matrimonio cristiano, residente en la ciudad de Plasencia. Mejor dicho, una familia cristiana, alguno de cuyos miembros se han limitado a observar lo que va apareciendo. Esta familia valora y quieºre cultivar su ser cristiano, y mantenerlo en servicio de la Iglesia. En el camino y compromiso de esta familia hay una familia más amplia, dos mejor dicho. Una le ayuda en la construcción de su ser, un equipo del Sector de Plasencia de los Equipos de Nuestra Señora en Extremadura, junto a todos los matrimonios de ese Sector. La otra, todas las familias de la diócesis de Plasencia. Junto a ellas, se siente miembro activo de la Iglesia, la quiere, y siente su misión evangelizadora como propia.