lunes, 16 de enero de 2012

APRENDAMOS A AMAR

La doctrina de la Iglesia y su comprensión del amor humano ha tenido un fuerte desarrollo desde el pontificado de Juan Pablo II. La Iglesia cuenta con un importante legado que ofrecer a nuestra sociedad: el hombre está destinado a ser feliz por la comunión en el amor. La sexualidad tiene una lectura certera de carácter positivo y constructivo, la verdad de nuestro ser obtenida de la revelación de Dios, que se constituye en camino a la felicidad.

Este fin de semana ha tenido lugar un curso de Educación Afectiva-Sexual en Plasencia, organizado por 4 Secretariados diocesanos de pastoral: Catequesis, Enseñanza, Juvenil y Familiar. Ha sido impartido por Dña. Begoña Ruiz Pereda, de la Fundación Desarrollo y Persona. Las jornadas se han celebrado en el Centro de Cáritas Diocesana, y ha estado dirigido a catequistas, padres, agentes de pastoral, educadores de colegios y monitores de actividades juveniles. Los contenidos impartidos están dentro del proyecto de formación “Aprendamos a Amar” que la Fundación está impartiendo por toda España. La importancia de la materia, la demanda de la misma y la necesidad de este tipo de formación, ha facilitado el que se hayan dado cita más de 40 participantes de toda la diócesis: Don Benito, Navalmoral, Béjar, Candelario, Jarandilla de la Vera, Jaraíz, Madroñera, Cabezabellosa, Plasencia, y de diócesis vecinas: Cáceres, Toledo y Talavera de la Reina.

Durante las 10 horas de duración, se dieron temas como: creados por amor y para amar, desarrollo psicosexual en la infancia, cómo acompañar en la adolescencia, de la atracción al amor como tarea… Y algunos talleres para aprender a responder a las preguntas de los niños y jóvenes que tenemos a cargo en alguna faceta de su educación.

En la difusión y la animación han tomado buena parte los sacerdotes de las distintas parroquias. La apertura y bienvenida fue a cargo del vicario de la zona norte D. Antonio Cano. El momento más emotivo y entrañable fue la visita de nuestro obispo D. Amadeo, que quiso compartir unos momentos y unas palabras con los asistentes, animando a seguir con este tipo de actividades, tan importantes para todos. El acto se clausuró con una Eucaristía de agradecimiento por todos los bienes recibidos, y que ahora corresponde transmitir a los  participantes.

A todos ellos les damos las gracias: a los asistentes por la asistencia y convivencia compartida, y a los demás por facilitarnos el poder contar con actividades de este tipo, que, a buen seguro, y Dios mediante, se repetirán en la zona sur de la diócesis para llegar al mayor número de educadores posible.

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