El lunes día 6, en la Primera Congregación General del Sínodo de las Familias, el Papa ha saludado a los Padres Sinodales y
a todos los colaboradores del Sínodo desde los relatores, a los
consultores, pasando por los traductores y a todas las personas que
''han trabajado con entrega, paciencia y competencia durante muchos
meses, leyendo, evaluando y elaborando los temas, textos y tareas de
esta Asamblea General Extraordinaria''.
'Os
doy la gracias también a vosotros, queridos cardenales, patriarcas,
obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas -ha dicho-
por vuestra presencia y por vuestra participación que enriquece los
trabajos y el espíritu de colegialidad y sinodalidad por el bien de la
Iglesia y de las familias ...Traéis la voz de las Iglesias particulares
reunidas a nivel de Iglesias locales mediante las Conferencias
Episcopales. La Iglesia universal y las Iglesias particulares son de
institución divina; las Iglesias locales así entendidas son de
institución humana. Vosotros traeréis esta voz en sinodalidad. Es una
gran responsabilidad: llevar las realidades y las problemáticas de las
Iglesias para ayudarlas a caminar por ese camino que es el Evangelio de
la familia''.
''Una
condición general de base es ésta: Hablad claro. Que nadie diga: ''Esto
no se puede decir; pensarán de mí esto o lo otro... Hay que decir todo
lo que se siente con parresía...Después del último consistorio (febrero
de 2014) donde se habló de la familia, un cardenal me escribió diciendo:
''Que pena que algunos cardenales no hayan tenido valor de decir
algunas cosas por respeto al Papa, creyendo que, a lo mejor, el Papa
pensase algo distinto''. Esto no está bien. No es sinodalidad, porque
hay que decir todo lo que en el Señor sentimos que tenemos que decir,
sin respeto humano, sin miedo. Y, al mismo tiempo, se tiene que escuchar
con humildad y acoger con el corazón abierto lo que dicen los hermanos.
Con estas dos actitudes se ejerce la sinodalidad''.
''Por
eso os pido, por favor -ha insistido Francisco- que tengáis estas dos
actitudes de hermanos en el Señor: hablad con parresía y escuchad con
humildad. Y hacedlo con tanta tranquilidad y paz, porque el Sínodo se
desarrolla siempre ''cum Petro et sub Petro'' y la presencia del Papa es
garantía para todos y custodia de la fe. Queridos hermanos, colaboremos
todos para que se afirme con claridad la dinámica de la sinodalidad''.
Finalizado
el breve discurso del Santo Padre y el discurso del presidente de
turno, el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París (Francia), ha
intervenido el cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario general del
Sínodo de los Obispos, para ilustrar en su relación las diversas etapas
de preparación de esta Asamblea Extraordinaria, el número de
participantes, las novedades y el trabajo de la Secretaría del Sínodo
desde la última Asamblea General Ordinaria celebrada en octubre de 2012
bajo el pontificado de Benedicto XVI y ha concluido con el deseo de que
la actual sea ''lugar privilegiado de colegialidad sinodal que anuncia
el Evangelio caminando y que esté insuflada de una nueva apertura al
Espíritu, de un método y un estilo de vida y de testimonio que garantice
la unidad en la diversidad, la apostolicidad en la catolicidad''.
Es este un resumen que recogemos del Vatican Information Service.
El discurso completo puede leerse AQUÍ
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