miércoles, 3 de marzo de 2010

MARCHA POR LA VIDA, 7 DE MARZO

Para Dios, todos y cada uno de los hombres tenemos un valor excepcional, único, irrepetible, insustituible. Desde la concepción, el ser humano es llamado a la comunión con su Creador. En toda vida, aún la recién concebida, el cristiano sabe reconocer el sí que Dios le ha dirigido de una vez para siempre. La vida humana es por su origen, por su naturaleza, por su fin, una criatura muy especial de Dios. De este Dios hemos recibido la excelsa misión de conservar y defender la vida y la dignidad del ser humano.

Dice Juan Pablo II en Evangelium Vitae (núm. 2) que "todo hombre abierto sinceramente a la verdad y la razón y no sin el influjo secreto de la gracia, puede llegar a descubrir en la ley natural escrita en su corazón (cfr. Rm 2, 14-15) el valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término, y afirmar el derecho de cada ser humano a ver respetado totalmente este bien primario suyo".
Este año, la Marcha por la Vida se celebrará simultáneamente en cerca de un centenar de ciudades españolas, de Europa y de América. El lema elegido es España Vida Sí, que sugiere dos sentidos: la proyección exterior de la causa por el derecho a la vida, en plena Presidencia española de la UE y, en segundo lugar, la afirmación de ese derecho por una clara mayoría de españoles que piden ser oídos y que no se imponga la ley del aborto por una mayoría parlamentaria sin escuchar a los ciudadanos.

Convocan las entidades: Derecho a Vivir, HazteOir.org, Médicos por la Vida, La Vida Importa, Referéndum Vida Sí; y van ya por varias decenas las entidades, instituciones y asociaciones que se han adherido.

Desde aquí lo hace el Secretariado de Pastoral Familiar de la Diócesis de Plasencia.



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