PEREGRINACIÓN DE FAMILIAS A BERZOCANA (3)

Gracias, Señor, por este Año Jubilar Berzocaniego, que has regalado a la diócesis de Plasencia, a sus sacerdotes, religiosos y laicos, a los matrimonios y a las familias que la integran en comunión.

Gracias por el don de la familia, de todas las familias. Gracias por tu gran familia de la Iglesia, nacida de la entrega de amor, de la muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo.

Gracias por el don de amor que has puesto en el corazón del hombre y la mujer. En él
nace la llamada a salir de sí para entregarse mutuamente y unirse al misterio de amor entre Jesucristo y la Iglesia. Gracias porque, al participar de tu amor creador, engendran y educan a los hijos, renuevan la humanidad y tu Iglesia, y extienden tu Reino hasta el fin de los tiempos.

Gracias por la llamada que por tu Espíritu, a través de nuestro Obispo, has dirigido a las familias de la diócesis placentina a tomar el camino, a levantar la vista de su realidad cotidiana, y buscarte a Ti, sentido y fin del caminar de nuestro caminar sobre la tierra.

Gracias por las familias que han respondido a esa llamada. Gracias por Julián. Nos has congregado en Berzocana para celebrar la Eucaristía, para renovar y alimentar nuestra comunión, nuestra fidelidad al Evangelio, nuestro compromiso en el servicio a los hermanos, para celebrar que el amor que nos constituye y que irradiamos constituye una Buena Noticia para el mundo.

Gracias por hacernos sentir amados por Ti, por tu perdón, por la felicidad que en esta peregrinación hemos disfrutado, por la siembra de alegría, entusiasmo y compromiso que has derramado sobre todos. Gracias, Señor.