El pasado sábado, día 30 de junio, tuvo lugar
en Don Benito la Jornada de Formación sobre Pastoral Familiar. A esta
actividad, organizada por el Secretariado de Pastoral Familiar Diocesano,
acudieron alrededor de 70 personas de toda la geografía diocesana: sacerdotes,
matrimonios, agentes de pastoral, catequistas y representantes de distintos
movimientos y asociaciones familiares.
Tras el saludo inicial de los directores del
Secretariado y del vicario de la Zona Sur de la Diócesis, D. Juan Manuel de Miguel
Sánchez, todos oramos al Señor para iniciar con fuerza la jornada y encomendar
todo el trabajo a Nuestra Señora de las
Cruces. En horario de mañana y tarde, se
desarrollaron un total de 3 ponencias que, con gran entusiasmo y dedicación,
expusieron los Coordinadores Generales de los Equipos Itinerantes de Pastoral
Familiar nacionales: Dña. Elvira de los Ángeles Sánchez-Migallón Rollo y D.
José María Martínez Checa; y los Coordinadores Diocesanos de los EIPAF de
Alcalá de Henares: Dña. Mª Carmen Brasa Gómez y D. Adolfo Sequeiros Gonzále:
- LA FAMILIA COMO SUJETO DE EVANGELIZACIÓN
- LA PASTORAL FAMILIAR, LOS CARISMAS DE LA IGLESIA Y LOS EIPAF (Equipos Itinerantes de P. Familiar)
- LA PASTORAL FAMILIAR EN LAS PARROQUIAS – EQUIPOS DE FAMILIA Y VIDA.
También hubo un tiempo para el
testimonio de los Coordinadores del EIPAF de la diócesis hermana de
Mérida-Badajoz: D. Alberto Moreno Solano y Dña. Mª. Monserrat
Morales Macías, que en breve bautizarán su recién
creado EIPAF Nuestra Señora de Guadalupe.
Uno de los objetivos de esta jornada de
formación era poner de manifiesto la importancia de una pastoral familiar
vertebradora e integradora, en torno a la cual se puede organizar toda la
pastoral en general. La importancia de la PF parroquial, de la creación de un
EIPAF en la diócesis, de los equipos de familia y vida, de la atención a
familias necesitadas o con situaciones especiales, de la educación de los
hijos, la misión de evangelizar a las familias, la preparación al matrimonio,
la acogida a los padres de niños de la parroquia, la formación de agentes sobre
el servicio a la vida y la espiritualidad de la familia, las escuelas de
padres, la colaboración con profesores y escuelas católicas, el asociacionismo,
la animación a movimientos y asociaciones familiares y matrimoniales, ...
fueron tantos temas los que fluían a lo largo de la jornada, que ahora habrá
que reflexionarlos y trabajarlos entre todos. Y muchos los corazones que se
movieron y alentaron pensando en las familias de la diócesis, y aumentaron sus
ganas de seguir trabajando entre todos, laicos y sacerdotes, con la ayuda y
gracia del Espíritu Santo, por toda la Pastoral Familiar. Esa “acción pastoral”
que la Iglesia ejerce con la familia y por la familia, representada por la
figura del Buen Pastor, que va en busca de la oveja perdida, para ponerla al
amparo de la Iglesia. Como decía Elvira: “Una
organización de la Iglesia, dedicada las necesidades de las familias, para que
los matrimonios sean felices y eduquen a sus hijos como cristianos, como hijos
de Dios (que es nuestro máximo título), para dinamizar y cuidar la
espiritualidad de la familia, y ayudarla a conocer su origen, su destino y su
misión; pensada para contemplar el matrimonio cristiano, como sujeto de esta
acción pastoral, cuyo objetivo común es la santidad. La vida de la familia se
fundamenta en la entrega mutua del hombre y la mujer, unidos en vínculo
indisoluble, con el fin de amarse, ayudarse, ser felices y acoger a los hijos
para amarlos y educarlos como hijos de Dios”.
Para finalizar el acto, celebramos una
Eucaristía en la Parroquia de San Juan. En ella agradecimos a Dios todo lo que
habíamos recibido en ese día; le pedimos
que nos siguiera dando fuerzas para continuar toda la labor iniciada y nos
colmara de muchos frutos que recogieran las familias de nuestra diócesis.
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