sábado, 15 de mayo de 2010

DIA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA 2010

El día Internacional de la Familia fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en resolución 47/237 del 20 de septiembre de 1993, con el objetivo de aumentar la conciencia mundial sobre la importancia de esta institución básica y esencial de la sociedad y para promover medidas adecuadas que la protejan y desarrollen. En esta celebración la comunidad internacional debería reflejar la importancia que otorga a las familias, y su preocupación por la situación que presenta en todo el mundo.

La familia es el lugar donde nacemos y crecemos, encontramos protección y seguridad, recibimos educación y nos formamos como personas autónomas y responsables. La familia merece especial atención de las instituciones sociales, sobre todo de gobierno y administrativas. Muchas de las cuestiones críticas a las que se enfrentan los encargados de formular políticas y adoptar decisiones en el mundo, están relacionadas con la familia, pues tienen que ver con el fortalecimiento de la capacidad de la familia para atender sus propias necesidades, el equilibrio entre el trabajo y las responsabilidades familiares, el alivio de la pobreza, la construcción de un ámbito ideal para forjar los valores que nos permitan una vida más humana y solidaria con todos.

La Iglesia en España celebra la Jornada de Familia y Vida el último domingo de cada año. Desde la óptica cristiana, la familia es mucho más que una unión de personas en el amor y la ayuda mutua. En ella habita Dios y en ella se vive y refleja el amor de Jesucristo, esperanza y destino de plenitud para todo ser humano.

Nos unimos a esta celebración rogando al Señor que ilumine a los gobernantes para que sepan encontrar los medios para desarrollar una política integral de apoyo a las familias

Transcribimos estas palabras de D. Benigno Blanco, Presidente del Foro de la Familia, aparecidas en la prensa (diario ABC) de hoy:

Es razonable que los poderes públicos apuesten por proteger jurídicamente al matrimonio y la familia, reforzando con leyes justas a esta institución y arbitrando políticas fiscales, sociales y asistenciales para ayudar quienes hacen familia a que el coste de su esfuerzo –también económico- reciba el apoyo solidario que se merece.

Y terminamos con estas palabras del Papa Benedicto XVI: El matrimonio y la familia están arraigados en el núcleo más íntimo de la verdad sobre el hombre y su destino… La familia, fundada en el matrimonio, constituye un patrimonio de la humanidad, una institución social fundamental; es la célula vital y el pilar de la sociedad y esto afecta tanto a creyentes como a no creyentes. Es una realidad por la que todos los Estados deben tener la máxima consideración.

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